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Hacia finales de 1988 y principios de 1989, se percibía el deterioro evidente del medio más importante de transporte de la República Argentina. El ferrocarril, para muchos desinformados, ya había cumplido su etapa, equivocadamente suponían que el transporte automotor debía reemplazarlo. Desde mi lugar de trabajo, la Oficina de Vagones, Transporte y Hacienda en la planta alta de la estación del F.C. Belgrano, comencé a visualizar desde sus amplios ventanales que miran hacia los andenes, el cada vez menor movimiento de sus trenes de pasajeros, presagiando lo peor. Silenciosamente fui tomando nota de los muchos elementos de valor que contenía aquel edificio monumental. La etapa siguiente fue poner manos a la obra y sin miramientos y pese a las críticas de algunos de mis superiores, daba inicio al rescate de cuadros, fotografías, planos, archivos y todo objeto vinculado con el ferrocarril. Las recorridas eran diarias por oficinas, depósitos y pasillos, contando para estas tareas con algunos pocos aliados que conocían mi propósito, escondiendo en lugar seguro todo lo rescatado. Había que hacerlo, el Estado ¿acaso se iba a ser cargo de su custodia?
Mientras tanto ignorando lo que se gestaba en otro ámbito de trabajo, un grupo de compañeros conformados por Liliana Frattini, Santiago Lutringer, Carlos Castellanos, Denis Orlando y Víctor Aguirre, desde la Administración del F.C. Belgrano, frente a la Plaza España de Santa Fe, hacían lo propio, es decir buscaban y guardaban todo el material valioso que se hallaba en el lugar.
No pasó mucho tiempo cuando comenzamos a unir nuestros afanes dispersos y, el 20 de abril de 1989, nos reunimos en dependencias de la Coordinación Zonal ex sede de la antigua administración del Ferrocarril Santa Fe, posteriormente en 1960 Jefatura de Talleres (hoy Secretaría de Trabajo) en calle Crespo 2239 y, con los nombrados se formalizó la Comisión Pro- Museo Ferroviario que me tocó presidir. Al poco tiempo se incorporaban, Miguel Onorato Otto Federico Yud, Oscar de Dios, Ángel Giussani, Daniel Otero, María F. Repetti, Sonia y Claudia Andreis y Rubén Tenutta.
En noviembre de 1990 el F.C. General Belgrano se adhiere al 90 aniversario de la Alianza Francesa de Santa Fe tan ligada al ferrocarril francés como que su sede actual fue la casa principal que fuera ocupada por el primer director de la Compañía Francesa del Ferrocarril Santa Fe, M. Joseph Courau allá por los años de 1890, construida precisamente para los jerárquicos de la empresa. Con parte de nuestra Comisión Pro Museo, en su salón principal organizamos una muestra bibliográfica y fotográfica con el apoyo de su director Jean Puyade.
El ferrocarril pasaba poco a poco, a ser parte de la historia. El 3 de noviembre de aquel año organizamos un tren compuesto de dos vagones para realizar un circuito que partiendo desde la estación del F.C.Belgrano arribaría al ex Molino Lupotti en la confluencia del Boulevard Gálvez y Rivadavia (hoy Pedro Víttori) en el que viajaron numerosas delegaciones extranjeras de las distintas colectividades con sus indumentarias típicas. A su llegada se lo recibió al tren con vítores y cantos, el flamear de banderas, mientras se observaban rostros bañados de lágrimas por la intensa emoción festejando el 90 aniversario de la Alianza Francesa y se preanunciaba a la vez la tristeza de la llegada al lugar de este último tren.
El viernes 26 de abril de 1991 cuando la borrasca de la destrucción iba minando el ferrocarril, nos trasladamos a Tostado en la provincia de Santa Fe con motivo del primer centenario de la habilitación del ferrocarril en el tramo San Cristóbal – Tostado – Fortín Inca, cuando se construía la línea a Tucumán por la empresa Fives Lille que luego sería el Ferrocarril Central Norte Argentino. Allí también expusimos elementos que nos sirvieron de base para conformar el futuro museo ferroviario.
Por aquellos días el Coordinador de la Zona Santa Fe Sr. Víctor Hugo Juárez a instancias nuestras interesa a las autoridades de la empresa Ferrocarriles Argentinos para concretar en Santa Fe la instalación del museo. La respuesta recibida el l4 de mayo de 1991 por parte de la Gerencia General de la línea Belgrano señalaba que “no tiene inconveniente en que se prosigan las actuaciones pertinentes para la constitución de un museo ferroviario en la ciudad de Santa Fe, atento a la preservación de los valores culturales que se promueve”. Sin embargo múltiples obstáculos tuvimos que sortear ante las contradictorias actitudes de Ferrocarriles Argentinos, ya en carácter de residual. A todo esto, menciono puntualmente al ex concejal Manolo Viña que presentó en el Consejo Deliberante el proyecto para la creación del Museo Ferroviario.
En el primer día de noviembre de aquel año, nos visita el embajador de Francia, Pierre Guidoni, al cual interesamos por las aproximadamente 3200 placas fotográficas de vidrio que se rescataron del ferrocarril francés y solicitarle una ayuda económica para resguardarlas y positivarlas, cuyo resultado no se concretó, pero que varios años después se materializó a través de la Fundación de la Cuenca.
Por último en mayo de 1994, recibimos la invitación del flamante Shopping Estación Recoleta para exponer material ferroviario ya presentado en anteriores muestras, enriquecido con más fotos, maquetas, archivo etc. Por el éxito de la misma se dispuso extenderla hasta los primeros días de diciembre. Coincidentemente se desarrollaba en Santa Fe la Convención Reformadora de la Constitución y, recuerdo la visita de los convencionales Antonio Cafiero y del hoy Juez de la Suprema Corte de Justicia la Nación Dr. Eugenio Zaffaroni –entre otros- en donde el recordado Don Ángel Malvicino nos decía sonriendo: “ustedes convocan más gente que los locales comerciales”. Por este tiempo habíamos perdido físicamente a nuestra querida compañera, Liliana Frattini, impulsora desde la primera hora del Museo Ferroviario. Pasando los años se iban integrando nuevos compañeros realizando su estimable aporte, Ernesto Poggio, Raúl Lacuadra, Bartolomé Mandelli, Javier Oñate y Sra, Mauricio Moro y, la colaboración permanente de nuestro recordado Nito Carello.
Dos años antes de la muestra aludida, traté de reorganizar los compañeros dispersos, luego de nuestro alejamiento del ferrocarril en 1992, teniendo en cuenta que los retiros voluntarios nos obligaban a seguir trabajando y probar suerte en otros destinos. El solar ferroviario que hoy es el Registro Civil y Museo Ferroviario quedó vacío y en silencio. Convoqué a muchos. Pocos asistieron a la cita. El minúsculo grupo reactivó sus energías y retomamos la tarea de continuar con el rescate de los bienes ferroviarios en todos los ámbitos que podíamos llegar. El objetivo era recuperarlos y mostrarlos un día a la comunidad. Trabajábamos secretamente mientras se acopiaban objetos que hacían a la historia del ferrocarril. En el edificio, que se convertiría luego en museo, las condiciones eran precarias, sin luz, poco agua; había sitios donde la lluvia penetraba por techos y ventanas rotas produciendo estrago en los archivos. Apuntalábamos las aberturas con todo lo que hallábamos para que en las festividades de fin de año no penetrara algún elemento de pirotecnia que haría perder para siempre tanto valores que íbamos recuperando. Pocos sabían lo que estábamos haciendo. La mayoría lo ignoraba.
Un día lunes 20 de noviembre de 1995 incorporamos un nuevo museo en la ciudad, que mostraría la cultura ferroviaria en todas sus facetas. El Museo Ferroviario Regional de Santa Fe al nacer, no disponía como hasta hoy, ni medios ni dinero. A mediados de 1996 durante la gestión del Intendente Dr. Horacio Rosatti, nos trasladamos acompañados por el Secretario de Gobierno, a la Capital Federal citados por Ferrocarriles Argentinos, para “blanquear” según decían nuestra situación legal, habida cuenta que éramos tratados como intrusos. Les respondimos a los directivos de la empresa “que nuestra decisión de ocupar la administración del F.C. Belgrano fue a raíz del abandono total y absoluto de estas dependencias que iban a quedar a merced de los saqueadores y, a la vez poder rescatar lo antes posible todos los valores testimoniales que allí se encontraban”.
Pese a ser comprendidos, camiones enviados desde F.C. Argentinos , continuaban con su tarea de llevarse archivos y elementos de valor que le pertenecían a nuestra región ferroviaria, como así el intento fallido de trasladar a Buenos Aires, las nombradas placas fotográficas de vidrio del ferrocarril francés. Nos queda el inmenso halago de que nuestros mayores, chicos y estudiantes de distintas facultades, tienen en la actualidad la auténtica fuente de lo que fue, es y será el ferrocarril, fundador y colonizador de pueblos.
Luego de que ejercí desde sus albores la dirección del Museo Ferroviario, pasó a conducirlo hoy, mi compañero de lucha, Mario Raúl Gastelo que con nuevas y renovadas propuestas lo lleva adelante, junto a Paulino Vidaurrázaga en la Vicedirección y, los miembros de Comisión, Miguel Onorato, José Gastelo, quién esto relata y, otros colaboradores que estuvieron y están para sostener y mantener este logro, con el placer que nos depara la visita constante de escuelas, colegios, investigadores, turistas nacionales y extranjeros. Pero por sobre todas las cosas la satisfacción del deber cumplido en estos ya 15 años de su creación.
Andres Alejandro Andreis
Miembro Fundador y Primer Presidente del Museo-Año 1995